¡Hola una vez más! Os escribo para haceros un pequeño resumen de lo que se ha movido durante el mes de febrero en mi Instagram. Esta vez, al ser un mes más corto que el resto, ¡casi me pilla por sorpresa!
De viaje por el mundo
En mi feed siempre suelo intercalar fotos de mi ciudad —la bella Santiago— con otras sacadas durante mis viajes recientes. Me gusta además contar alguna pequeña anécdota, curiosidad o consejo de todos los sitios que subo a mi galería, para darle un toque distinto a una foto que seguramente ya habrán subido miles de personas antes —cosas que tienen los lugares fotogénicos….
En este sentido, el mes empezó fuerte. Mi primera foto fue de Florencia, tomada desde la cúpula de Santa María dei Fiore. Hay que admitir que las vistas desde este lugar —sobre todo si subís cerca del atardecer— son impresionantes. En la foto aparece el Campanile de Giotto, uno de los iconos de la ciudad, con el atardecer de fondo.
Otra de mis fotos favoritas que he subido este mes es del Fushimi Inari, en Kyoto. También es otro sitio icónico, en este caso de Japón, y uno bastante difícil de fotografiar por la cantidad de gente —locales y extranjeros— que atraviesan los pasillos de toriis durante todo el día. Esta foto me gusta mucho, sobre todo por el efecto de luz colándose entre los maderos que forman la estructura del paseo.
Naturaleza en febrero
También estoy muy contento con un par de fotografías de naturaleza, con gotas de agua como elemento protagonista. Este era uno de los temas del 52 Week Photo Challenge que he organizado junto a Nucky Dana para este año. La fotografía de naturaleza es algo que me encanta, tanto por lo relajante que son las sesiones como por la oportunidad de centrarse en detalles muy pequeños. Las fotos minimalistas que se pueden conseguir me resultan especialmente atractivas.
Rincones de Compostela
No podían faltar, como siempre, algunos rincones de la ciudad donde vivo. Si me seguís habitualmente ya sabréis que me encanta compartir rincones de Santiago, algunos de los cuales ya habréis visto en más de una ocasión. Suelo centrarme en la zona vieja porque creo que es uno de los sitios más bonitos que conozco —y no lo digo porque sea mi ciudad— y me gusta compartir sus calles y rincones característicos siempre que puedo.
La primera foto es, cómo no, de la Catedral de Santiago, posiblemente uno de esos sitios que nunca me cansaré de fotografiar. No sé si lo sabéis, pero gran parte del edificio está todavía en restauración, por lo que está cubierta de andamios que no lo hacen especialmente bonito. Por eso —y porque me encanta esta torre de formas redondeadas— la cámara se me va hasta esta otra parte que, aunque no es tan icónica como la fachada que da hacia la Plaza del Obradoiro, es una de mis favoritas.
La segunda foto está sacada al lado de la Plaza de Abastos, con la torre de la Iglesia de San Agustín al fondo. Otra de las vistas típicas de la ciudad —sobre todo para aquellos que gustan de ir al mercado— y que de noche se ha convertido en una zona con bastante animación.
¡Y esto ha sido todo por ahora! Espero que os hayan gustado las fotos que he compartido, y recordad que podéis ver más en mi feed de Instagram. ¡Hasta pronto!
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