Ahora que estamos oficialmente en verano me gustaría compartir algunos disparos de un tipo de fotografía que disfruto mucho haciendo: la fuerza del mar. ¿Quién no se quedaría pasmado viendo romper las olas?
Aunque no soy muy amigo de tirarme en la playa, tengo que admitir que las fotos costeras me encantan. Sobre todo si puedo moverme por las rocas mientras el agua va y viene a mi alrededor. Puedo pasarme horas entretenido, viendo romper las olas y contemplando las distintas formas que el agua dibuja al romper contra las rocas.
El faro de Corrubedo
Entre los sitios que más me gustan para disfrutar de este espectáculo está el Faro de Corrubedo. No diría que es el mejor, pero para mi está entre los primeros a los que iría a sacar fotos del océano rompiendo contra la costa. Para empezarl, la zona del faro está bastante elevada sobre el mar, lo que te permitirte disfrutar de unas vistas envidiables. Esto ayuda a encontrar múltiples perspectivas diferentes para tus fotos, por lo que la sesión es de todo menos monótona.
Por si esto fuera poco, la costa está rodeada de rocas que sobresalen de la superficie del mar. Si vas con marea alta y tienes un poco de suerte con el estado del mar puedes conseguir fotos verdaderamente espectaculares, donde el salto de agua alcanza varios metros de alto y despliega formas de lo más variado.
Finalmente, siempre tienes la opción de introducir en la composición algún elemento terrestre, como alguno de los edificios que rodean el faro, o la propia línea costera para hacer tus composiciones más interesantes.
Congelando el mar
Si te gusta congelar el movimiento del agua, como es mi caso, deberás utilizar una velocidad de disparo alta para que la imagen quede nítida y sin rastros de motion blur. Yo normalmente hago este tipo de fotos en días con condiciones meteorológicas muy buenas, por lo que la luminosidad no es un problema. Eso me permite ajustar la apertura del objetivo a un valor intermedio (f/7.1-f/11) y velocidades de disparo por debajo de 1/250s.
Si la luminosidad es suficiente prefiero disminuir este valor manteniendo la apertura en ese rango. ¿Por qué? A lo mejor esto no te suena, pero todos los objetivos tienen su punto dulce, donde se consiguen los mejores resultados de nitidez. Esto depende de cada lente, aunque suele situarse en torno a esos valores de apetura, así que en mi caso suelo disparar en ese rango. A no ser que esté buscando un efecto concreto, claro.
La importancia de la luz
Es esencial tener cuidado con la composición de la foto, porque los contraluces no se llevan especialmente bien con la cámara. Aunque nuestros ojos perciban perfectamente este tipo de escenas, el sensor fotográfico sólo es capaz de registrar una cierta diferencia entre las zonas de luz y las zonas de sombra de la imagen. En días muy brillantes corremos el riesgo de que gran parte de nuestra escena quede sobreexpuesta o subexpuesta, lo que seguramente arruinaría la foto. Además, la naturalidad de los colores también se vería gravemente afectada.
Por eso, mi recomendación es que evites incluir en la foto los reflejos de la luz solar sobre la superficie del mar. En fotos de atardeceres o amaneceres quedaría razonablemente bien, porque las condiciones lumínicas son muy diferentes, pero a plena luz del día la intensidad de estos reflejos es demasiado alta como para que la cámara pueda captarlos de la misma manera. Así, te recomiendo que componer de forma que utilices la luz lateral para enfatizar las texturas del suelo y del agua.
Algunos trucos finales
Antes de empezar a disparar, estudia un poco la zona para estudiar posibles composiciones que te gustaría probar. Lo más importante es que te fijes en la forma en que las olas inciden en las rocas y tomes nota de aquellas zonas donde el agua salta más, en cuáles salta menos, o en cuáles lo hace de forma más peculiar.
Una vez identifiques las zonas de la costa donde te gustaría disparar, ten un poco de paciencia. Fíjate en los saltos de agua más espectaculares y en la forma que tenía la ola justo antes de que se produjeran. Así podrás identificar en qué momentos vale la pena disparar y en cuáles no, y evitarás terminar el día con miles de disparos poco interesantes. ¡Muchas menos fotos que borrar después!
Utiliza el enfoque automático, pero no lo hagas sobre el agua. La cámara puede fallar al enfocar en las zonas en blanco de la foto, así que es mejor que fijes el punto de enfoque en alguna roca que sea de interés para tu foto. ¡Hazlo con antelación! Es mejor que estés preparado cuando la ola empiece a romper.
Y finalmente, ¿ráfaga sí o ráfaga no? Esto ya depende un poco de tu habilidad para capturar el momento justo en el que el agua alcanza su mayor expansión en el aire. Si quieres asegurarte de capturarlo, la ráfaga puede serte muy útil. Eso sí, a costa de malgastar disparos y espacio en tu tarjeta SD. ¡Úsala con cuidado!
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2 Comments
Bellas fotos. Lo hermoso de capturar fotos en la playa es cuando el mar esta agresivo y se puede apreciar el movimiento capturado. A mis viajes a Tailandia siempre me llevo mi cámara profesional, ese país tiene playas paradisíacas, las mejores que he visitado, se hacen muy buenas fotografías, deberías enfocar tu lente hacia allá.
Muchas gracias Pilar! Es un país que tengo muchas ganas de visitar, y seguramente en cuanto tenga un poco de tiempo organizaré un viaje!
Un saludo!