Noviembre en Instagram

¡Hola a todos!

Ha llegado esa época del año en la que me siento delante del ordenador con las manos congeladas. ¡Ni qué hablar de lo difícil que se hace salir con la cámara en estas fechas! Una vez más, os escribo para compartir con vosotros lo que he hecho este mes, mis progresos y fotos favoritas. Las temperaturas y la falta de luz hacen que sea más difícil salir de excursión, así que la mayoría de fotos que he subido a Instagram en noviembre han sido de sitios cercanos a donde vivo ―aunque también de algún viaje reciente. Vamos a repasar mis favoritas:

Agua: te echamos de menos

Una de las cosas que más me inspiran para tomar fotos es el agua. No tiene por qué encontrarse de una forma concreta: fuentes, ríos, estanques o lagunas. El movimiento del agua es siempre elegante, constante, casi predecible. Me cautiva cuando la luz se refleja en la superficie, aunque no forme reflejos. Siempre que puedo incluyo algo de agua en mis composiciones. Al fotografiar corrientes de agua suelo hacer alguna captura en larga exposición para lograr ese efecto seda del agua. Suelen ser las que más éxito tienen en mi feed, y así he conseguido alguna de mis fotos favoritas hasta la fecha.

Es el caso de la primera foto: el Refugio de Verdes (A Coruña) es un paraje por el que atraviesa un río que se bifurca formando varios islotes unidos por puentes. Es un entorno natural en el que conviven árboles, agua y un par de molinos de épocas pasadas. Id con tiempo si podéis, porque al estar en una zona montañosa la luz se va pronto, y las sesiones de fotos pueden verse obligadas a acabar antes de lo esperado. Yo sin duda repetiré para descubrir este sitio con más calma, ya que sólo me dio tiempo de ver lo principal en mi primera visita.

La segunda foto es de la fuente de piedra en el Paseo de los Leones de la alameda, en Santiago de Compostela. Un sitio muy socorrido que ya utilicé otras veces para capturar las torres de la catedral reflejadas en el agua. En este caso, decidí darle protagonismo a la fuente en sí, en donde un pequeño chorro rompía la calma de la superficie del agua en calma. A veces es mejor centrarse en pequeños detalles que nos permitan dar significado a la foto y transmitir un mensaje claro.

Aún en el oscuro noviembre, la luz está ahí

Una de las cosas que nos trae el invierno son los atardeceres tempranos. Yo, que trabajo mañana y tarde, veo cómo muchas de las fotos que me gustaría hacer son imposibles de hacer. Muchas quedarán pendientes hasta que los días sean un poco más largos.

Con tantas horas de oscuridad, la pereza de salir con la cámara es más real que nunca. Pero afortunadamente hay muchas cosas que aún puedes capturar. La fotografía nocturna es toda una oportunidad en esta época del año. Trabajar con luz artificial es un poco más complicado, pero si vives en un entorno urbano puedes hacer fotos espectaculares.

La noche también puede ser vibrante, llena de movimiento y de color. Eso es lo que quise capturar en la primera foto, de larga exposición, tomada desde un puente sobre una autovía. Después de eliminar algunos detalles que me sobraban en la foto ―principalmente señales que distraían la atención del movimiento de los coches― quedó una imagen muy limpia donde las luces y sombras compiten entre sí. Sin embargo, la foto que realmente me hubiese gustado incluiría edificios de fondo como complemento al movimiento de los coches, mostrando una ciudad viva. Por desgracia, aún no he encontrado ninguna localización desde donde tomar esa foto.

Para la segunda he utilizado el tarro de cristal que ya habéis visto en otras fotos de mi feed. Podéis conseguir este tarro u otros similares a través de esta tienda online, que tiene una gran variedad de modelos disponibles, aunque también están a buen precio en Amazon. Su uso principal es para comestibles, pero hay a la venta tapas con luces LED con las que se pueden conseguir fotos muy chulas, como esta que os muestro hoy. Jugar con fondos iluminados, me permitió componer una imagen optimista y soñadora donde la luz es la protagonista. El que veis en la foto es la fachada del Pazo de Raxoi, en la Praza do Obradoiro. Ahora que están aquí Navidad, podéis experimentar con las luces que seguro que ya han colocado en vuestra ciudad. ¡Seguro que encontráis algún fondo ideal!

¡Y con esto me despido de vosotros por hoy! Recordad que podéis seguir todas mis publicaciones en Instagram y dejarme un comentario con lo que más os ha llamado la atención.

¡Hasta pronto!